jueves, 13 de septiembre de 2007

DESTINO O MALA SUERTE

En una ciudad cálida, donde el sol desde la madrugada alumbra con gran fuerza a los habitantes del lugar, se da una historia que se le puede presentar a cualquiera en algún momento de su vida; para algunos el hecho que vamos a narrar, puede ser común en la sociedad, mientras que para otros y especialmente para los que padecen de esta, es una tortura y una preocupación más en su vida diaria.
Katherine, es una de las personas que sufren de esta situación y día tras día convive con el temor de lo que pueda suceder en y con su vida.
Esta joven desde pequeña mantenía grandes expectativas y sus ideales a cada instante los tenía presente para con ellos tener una motivación por la cual salir adelante y sobresalir en la comunidad; una niña que durante su etapa infantil, disfruto de la vida acompañada de sus seres queridos y amigos, quienes la acogieron con mucho amor y estuvieron presentes en todo momento. Hasta entonces su vida parecía normal y tranquila, pero ¿quién imaginaria lo que sucedería después?, ninguno de su familia se llegó a hacer la idea de que la vida de Katherine diera un cambio total e inigualable, pero de alguna forma ocurrió y nada se podía hacer para revertirlo.
Años más tarde, estando Katherine aproximándose a sus quince años, sería el momento en que su vida daría un cambio radical; la joven tubo un desmayo mientras se encontraba en el colegio, recibiendo sus clases académicas, en esta primera vez sus padres lo tomaron con calma y de igual modo le prestaron poca atención a lo ocurrido. Este hecho se dio frecuentemente, haciendo que la familia tomara parte en el asunto, debido a lo que estaba sucediendo decidieron realizarle algunos exámenes de sangre, donde lograrían conocer la procedencia de los desmayos. Así sucedió, días después al encontrarse los resultados de los exámenes en el centro medico, decidieron ir a recogerlos lo más pronto posible, para luego hablar con el doctor; estando en la sala de espera la madre de Katherine llamada Carolina comentó a su hija: esperemos que no sea nada grave.
De repente salió el médico y llamó a Katherine para que pasara al consultorio; la joven nerviosa y un poco asustada, ingresó al lugar junto con su madre. Encontrándose allí, el doctor le dijo: bueno, voy a ser muy sincero con ustedes, los exámenes dieron como resultado una enfermedad que es preocupante, pero hay un tratamiento que ayudara a combatir esta situación. Carolina desesperada le gritó al médico: ¡pero que es lo que tiene mi hija! ¡Díganos de una vez! El doctor le pidió que se calmara y luego le respondió: lo que Katherine tiene es… Leucemia; entre llantos tanto madre como hija, sufrían la noticia; porque quién puede imaginarse que una joven de casi quince años, con buenas actitudes para el estudio y que decir de su estado físico, aparentemente una joven saludable, bella, con un hermoso cabello lacio, alta, morena; podría encerrarse en su interior por le dolor y la angustia que causaba una sola noticia.
Esta situación fue comentada por Carolina a su esposo Alberto, quien mostró asombro y preocupación por lo que actualmente ocurría. Pasó el tiempo, volviendo así donde el médico para iniciar los tratamientos; donde de igual modo le comentó una situación que se dio sobre Katherine cuando pequeña y consideraba que esto pudo ser causa de la enfermedad, estando presente el médico, comenzó esta historia; mencionó principalmente que Katherine al nacer tubo un problema de salud y que por lo tanto debian hacerle una trasfusión de sangre, porque si no obtendrian como consecuencia un problema mental en la niña, de modo que se hizo lo necesario para evitarlo; el médico tomó como motivo de la enfermedad actual esta historia, pues era una de las explicaciones a tal tragedia.
Pasaron dos meses después de la noticia y así mismo llegó el día de su cumpleaños, a pesar de todo le hicieron una gran celebración; fué un fiesta grata tanto para ella como para su familia; todo hasta el momento iba bien, sin tener en cuenta la enfermedad.
Pasado un mes volvieron los desmayos y así mismo le realizaron nuevos exámenes, pero esta vez daría un resultado que cambiaría sus vidas; tanto Katherine como Carolina se encontraban en el consultorio donde recibieron la noticia de que Katherine estaba embarazada, Carolina llorando le gritaba: ¡ ¿Por qué? ¿ Por qué me haces esto?!. De vuelta en la casa le preguntó quien era el padre y Katherine le contó todo; al rato llegó Alberto y preguntó a su esposa lo sucedido, ella nerviosa le comentó y esperaba una terrible reaccion por parte de su esposo, básicamente estaba preparada.
Alberto lleno de furia se fue de la casa directo hacia un bar donde bebió hasta ahogar su rencor. Carolina al otro día habló con el padre de su nieto, este puso resistencia hacia la situación, hasta que sus padres se dieron cuenta los cuales hablaron con él, haciendolo confesar todo y del mismo modo que asumiera sus actos. Nueve meses más tarde, nació el niño, todos habian asumido la situación y aceptaron con gran cariño al pequeño, pero habia alguien aun dolido, ese era Alberto, quien no comprendía por qué su hija hizo lo que hizo, si apenas estaba terminando su niñez; todo esto se vió reflejado en el rechazo que el tenia hacia el pequeño.
Tiempo después se recuperó de esto, y hasta entonces todo salia bien, pues el padre le daba lo necesario, ella seguia su vida sin estudiar pero más recuperada de su enfermedad.
Cierto día un primo de Katherine, mas o menos de ocho años, se encontraba cargando al bebé, cuando de repente lo dejó caer, todos asustados corrieron de inmediato al hospital para poner a salvo al niño y así lograr que se recuperara al estar allí, el bebé recibió las atenciones y luego les comentaron a los familiares que el niño habia tenido una fractura en el craneo, pero que como era tan pequeñito a medida de que pasara el tiempo se le cerraria la fractura, se devolvieron mas tranquilos para la casa y desde entoncesno ha surgido algo malo; pero estas situaciones dieron un gran cambio para toda su familia. Aún Carolina llora preguntandose si lo sucedido fue por cosas del destino o porque su vida está destinada a la mala suerte.

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